- La consultora de Grupo Gimeno ha trabajado en este proyecto de la mano de la Universitat Politècnica de València, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, la Universitat Jaume I de Castelló y el Instituto de Agroquímica y Tecnología de los Alimentos (IATA-CSIC)
- El modelo ha sido validado en diferentes pruebas, tanto en laboratorio como en vagones de metro y tranvía, cedidos por Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana
Hydrens -la consultora de Grupo Gimeno experta en simulación computacional de fluidos (CFD)- ha publicado, junto a la Universitat Politècnica de València (UPV), el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), la Universitat Jaume I de Castelló (UJI) y el Instituto de Agroquímica y Tecnología de los Alimentos (IATA-CSIC) un estudio que demuestra la efectividad de la ozonización como un proceso de desinfección válido frente al SARS-CoV-2 y otros virus en el transporte público.
En concreto, el equipo de investigadores e investigadoras de Hydrens desarrolló un modelo numérico que estima la concentración de ozono necesaria para cumplir con los criterios de desinfección, para lo que tuvieron en cuenta la geometría y volumen del espacio que hay que tratar, el tipo de materiales que se encuentra en su interior y su capacidad para absorber ozono, así como las características del sistema de impulsión-distribución utilizado.
El modelo se validó en diferentes pruebas, tanto en laboratorio como en vagones de metro y tranvía -cedidos por Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana- en los que se instaló un sistema de ozonización que iba inyectado progresivamente el gas hasta llegar a la concentración determinada por el modelo, así como un catalizador para la descomposición del ozono residual, evitando su emisión a la atmósfera. Todo ello utilizando el virus de la diarrea epidémica porcina (PEDV) y el norovirus murino (MNV-1) como sustitutos del SARS-CoV-2 y el norovirus humano, respectivamente.
Sobre cómo aplicarlo, el equipo del estudio incide en que debe realizarse con los vagones vacíos, sin pasajeros, empezando con la inyección de ozono y terminando con la descomposición catalítica del ozono residual. Destacan también que emplear el ozono de esta manera permite desinfectar zonas que, con otros métodos, como la luz ultravioleta, no es posible, ya que no llega a todos los rincones de los habitáculos.
El trabajo se ha publicado en la revista Journal of Environmental Chemical Engineering y ha contado también con la colaboración de las empresas valencianas LIC y Vareser.